Por Marce N. Méndez
Parece que la medicina tradicional por fin se está dando cuenta que los resultados que aportan las disciplinas tradicionalmente orientales como la meditación y sus ejercicios de respiración, producen efectos biológicos comprobables.
La meditación trasforma el cerebro a largo plazo y contrarresta los efectos dañinos del estres, disminuyendo la presión sanguínea, reduciendo el ritmo cardíaco, calmando la respiración,
controlando la respuesta corporal al estrés; favoreciendo concentración, y la memoria.
Es por esta razón, entre otras, que los médicos han comenzado a recomendar abiertamente las terapias de cuerpo y mente.
¿Qué estás esperando para hacer un cambio?