Séneca à la carte

por Marce Méndez

Muchas veces escucho decir a la gente  «no me da el tiempo para hacer todo lo que quiero…» Necesitaría un día más en la semana para terminar todo lo que me gustaría hacer…»

Cuando nos sucede esto, debemos parar, aminorar la marcha y tomarnos unos segundos para meditar uno con uno mismo.

Cuando corremos por la vida, enloquecidos  y sentimos que el tiempo pasa volando… nos guste o no, estamos manifestando un síntoma, algo dentro nuestro no está ok…  Nos sentimos llenos de obligaciones y también llenos de angustia, si no tenemos el día bien ocupado – para no tener tiempo de pensar- nos invade la ansiedad de no saber qué hacer con el tiempo… entonces es buen momento para detenernos, frenar, bajar la marcha y reflexionar unos instantes.

Creo que sentir que la vida es corta o que el tiempo parece irse rápidamente nos está marcando a gritos que estamos  disconformes con la vida que llevamos y la angustia o ansiedad son los síntomas o «el  grito del alma» que desde el interior nos está avisando que las cosas así no son, que estamos perdidos y que debemos retomar lo que empezamos, que estamos adormecidos y que ha llegado el momento de accionar.

«Nunca es tarde cuando la dicha es buena» dice el refrán, así que, mejor bajar un cambio, nos sentarnos a la «veda del camino» y nos regalamos unos minutos para meditar un rato.

Primero nos sentamos cómodos, la espalda derecha, sin contracturarnos.  Respiramos profundo por nariz, sin complicarnos, nos concentramos en la respiración, unos minutos para frenar la mente.

Ahora nos centramos en la mente – es decir cerca de la frente, lo que la ciencia denomina la zona del pre-frontal-. En este momento es importante tener un referente para iniciar la reflexión, a modo de guía. Abrimos los ojos y leemos…

Yo particularmente elijo a Séneca. Es un genio, sí, es de otra época, pero  cada vez que releo sus textos, parece que estuviera sentado en mi living, hablándome sobre el tiempo y la vida…  En ese mágico momento de comunión entre sus sabias palabras y mi conciencia, es donde  mi inquieto espíritu  encuentra de paz en sus enseñanzas atemporales. De alguna manera, leyendo sus enseñanzas vuelvo a mi centro, me reoriento y encuentro nuevamente el sendero.

El dice  que la sensación que tenemos que la vida es corta o larga no depende de la vida misma ni del tiempo transcurrido, sino que depende de la conciencia que tengamos y del significado que cada uno le de a su existencia.

El tiempo de vida de cada uno deja de tener sentido si uno no lo utiliza para cultivar su esencia, además es el justo y necesario para realizar las empresas que nos propongamos, aun las mas difíciles.

El tiempo es aquel que podemos concienciar, el resto solo es solo un transcurrir sin trascendencia.

Sin conciencia no hay tiempo!

Entonces, cuando más rápido voy por la vida, menos conciencia le doy a lo que estoy haciendo…  Es una regla de tres simple!!

Cuanto más nos aturdimos, más se adormece laconciencia. Así pasa el tiempo y no nos damos cuenta. Entonces la angustia y la ansiedad son termómetros que nos indican que nos estamos alejando de lo que en realidad vinimos a hacer en esta vida…

Y vos… ¿Qué estás haciendo con tu vida?

A despertarse!!  Que mientras haya un hálito de vida… tendremos tiempo!!

Hagamos la diferencia… YO AMO MEDITAR

4 comentarios en “Séneca à la carte

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