Si piensas mal de otro, cometes tres iniquidades al mismo tiempo:
1.- Llenas el ambiente que te rodea de malos pensamientos en vez de buenos, y así aumentas las tristezas del mundo.
2.- Si en el ser en quien piensas existe el mal, lo vigorizas y alimentas y así haces peor a tu hermano. Pero si él es bueno, tu maligno pensamiento lo tienta y lo induce a obrar mal.
3.- Nutres a la mente propia de malos pensamientos y asi impides el propio desarrollo y te conviertes, para aquellos que lo pueden percibir, en algo feo y repulsivo, en vez de bello y amable.
Palabras adaptadas, extraídas del texto A los Pies del Maestro de Krishnamurti.