Consejo espiritual
El Tao de la vida cotidiana
Es muy útil observar nuestras reacciones emocionales con la mente clara y centrada, ya que refleja el estado de nuestra energía física y mental. Un individuo con una energía equilibrada manifestará unas reacciones apropiadas y armoniosas.
La sana expresión emocional de un ser humano tiene dos elementos esenciales que son indicativos de su natural autodisciplina: las innatas cualidades de autocontrol y dignidad. Ambos atributos van ligados a la serenidad. La serenidad se manifiesta como una apacible felicidad interior, es duradera y no depende de ninguna circunstancia exterior.
La combinación de autocontrol y dignidad se expresa como la facultad de ser concientes de , o sensibles a, las trasgresiones contra uno mismo, contra otros seres humanos y contra toda la creación.
Debemos cultivar continuamente estas fundamentales e innatas cualidades de nuestra naturaleza para que las influencias artificiales o del entorno no lleguen a alterarnos.
La felicidad se manifiesta como una liberación de la tensión emocional, de hecho significa un consumo de energía. En realidad los arrebatos de felicidad disipan la energía. Y si las experiencias se interpretan de modo negativo nuestra susceptibilidad a dejarnos abrumar por ellas se incrementa. La felicidad ordinaria sólo es una experiencia momentánea y ocacional.
(Continuará en el próximo post)