Cambia tus palabras, cambaras tu mundo!
El pequeño libro de los cuentos Zen
Adaptación por Gerard Edde
Era plena primavera y numerosos paseantes acudían al parque de Shanghai para contemplar el florecer de la naturaleza. Trinaban los pájaros ante la pequeña catarata de la Puerta del Dragón, y ls niños jugaban alegres, sensibles a la apacibilidad del lugar.
En medio de los mirones, había dos mendigos ciegos. El primero llevaba un pequeño cartel en el que se podía leer: «Soy ciego, gracias por su ayuda».
La gente pasaba ante él sin fijarse mucho y seguía su paseo charlando, sin soltar un céntimo.
El segundo mendigo parecía tener más suerte, pues casi todos le echaban una moneda.
Los que se acercaban a él podían leer este texto:
» Es el mes de mayo y soy ciego. Gracias».