La paciencia

Cuentos de los sabios taoístas

emperor Yo amo meditarrUn joven acababa de aprobar las oposiciones de mandarín. antes de tomar posesión de su primer destino oficial organizó una fiesta con sus condiscípulos para celebrar el acontecimiento. Durante la velada, uno de sus amigos que ocupaba un cargo desde hacía algún tiempo, le dio un consejo:

-Sobre todo, no olvides esto: la mayor virtud del mandarín es la paciencia.

Emperor Yo amo meditarEl funcionario novato saludó respetuosamente al veterano y le agradeció cordialmente esta preciada recomendación.

Un mes más tarde, durante un banquete, el mismo amigo le recomendó una vez más que se esforzase mucho en la paciencia. Nuestro joven letrado le dio las gracias con una sonrisa divertida.

Al mes siguiente, se cruzaron en los pasillos cubiertos con fieltro de un ministerio. El veterano agarró por la manga al principiante, se lo acercó de un tirón y le sopló al oído su sempiterno consejo. Contraviniendo la acolchada etiquta que era de rigor en los edificios oficiales, el otro retiró bruscamente su manga de seda y exclamó:

-¿Me tomas por un imbécil o qué? ¡Es la tercera vez que me repites lo mismo!

Mientras un cortejo de dignatarios indignados se vovía, el mentor declaró:

_ ¿Ves?, hago bien en repetirlo. ¡Mi consejo no es tan fácil de poner en práctica!

paciencia  Yo amo meditar

«Un momento de cólera es quemar en un instante la madera acumulada desde hace mucho tiempo.»

 

3 comentarios en “La paciencia

  1. Es la primera virtud de todo ser humano evolucionado. No tenerla es poner en riesgo todas las demás. La verdad, hay situaciones en que la paciencia es difícil de mantener. Hay también personas exasperantes. Como el mandarín del cuento taoísta, que hace todo lo posible por sacar al novato de sus casillas. Maravillosa filosofía de vida la del taoismo. El Tao Te King y el Chuang Tsé, libros maravillosos.
    Saludos,
    Lino

    • Hola Lino!
      Un gusto conocerte! Estoy totalmente de acuerdo con vos, es un cuento muy simpático que nos arranca una sonrisa cada vez que lo leemos y a la vez tiene la profundidad para dejarnos una enseñanza, a travez del humor y la sencillez, cualiddes dignas de las grandes sabidurías.
      Gracias por compartir tus pensamientos en este humilde espacio espiritual!
      Un abrazo de alma, desde Buenos Aires!

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